"Mi estancia fue demasiado corta para mi"
Querida Bolivia Digna,
Difícil de escribir algunas palabras cuando hay tantas cosas que decir…
No sé por donde empezar! Era mi primera vez en Latinoamérica, mi primera verdadera experiencia con niños (a parte de un montón de baby-sitting) y mi primera vez a vivir en una casa con tanta gente. Tantas primeras veces de una vez y es lo que hace de esa experiencia algo tan especial. He cumplido diferentes sueños de una vez. Desde pequeña quería hacer un voluntariado humanitario y también trabajar con niños enfermos en hospital, y esa Fundación me permitió hacer los dos al mismo tiempo. Quería también descubrir este continente desde tanto tiempo, y fue la oportunidad para mi. Además de descubrir un nuevo país y su cultura, descubrí otro lado mío también. Me gustan muchísimo a los niños desde siempre pero no me pensaba capaz de tanta paciencia y tanto cariño con ellos.
Mi estancia fue demasiado corta para mi, qué son a meses cuando tienes tantas risas y tantas abrazos con los niños.. Hoy me voy con mucha tristeza, quería quedar aquí a cuidar a “mis” niños del Mercado Campesino.
Creo que nunca en mi vida cociné tanto! Entre las galletas, los panes de San Nicolás y los bizcochos para los niños, los panqueques para la resaca de mis compañeros de la casa, las clases de cocina, los crepes que hice para vender para obtener un poco de dinero para la Fundación y no cuento todas esas comidas entre la gente de la casa con el gran cocinero Xavi!
Pienso que mi experiencia no hubiera sido la misma si no habría estado con este grupo cojo rudo, el grupo “CIAO”. Compartimos cenas, risas, peleas, discusiones, batalla de agua, de hielo resacas, confidencias, proyectos futuros, viajes, pensamientos sobre la vida (verdad Tania?!)…Por todo eso agradezco toda esa gente genial por haber tenido una convivencia tan fenomenal!
Pero la experiencia no hubiera sido la misma tampoco sin nuestros educadores preferidos, gracias por todo vuestro compromiso, para los niños, por habernos mostrado que es la verdadera devoción para una causa, gracias por vuestro gran corazón, por todas las risas con vosotros, por hacernos sentir bien en los proyectos.
¡Gracias a Dante por habernos acogido como parte de su familia en su casa, por esas conversaciones sobre la experiencia pasada de la Fundación, gracias por tu devoción igualmente… Gracias a los tres por haber sido mis modelos durante estos meses y por haber compartido sus valores conmigo!
Creo que la Fundación no podría funcionar sin todo el trabajo también de Ludivine, que hace un trabajo inmenso que tal vez a veces la gente no puede imaginar, los niños tienen suerte de tener gente como vosotros.
Quería agradecer mi pequeña Esther, mi cocinera preferida, gracias por todas esas risas contigo, por todos esos momentos de cocina juntas, por haberme escuchado, por haber compartido cada una nuestras recetas propias, ahora puedes cocinar belga!
Nunca hubiera pensado dar tanto cariño en tan poco tiempo y sobre todo recibir tanto cariño de la parte de esos niños. Me dieron cariño, abrazos, besos para mi vida entera.
Ahora mismo, tengo el corazón lleno de amor y mi cabeza llena de recuerdos con ellos. Espero abrazarles otra vez dentro de poco tiempo y que no crecen demasiado rápido, que me esperan que estoy por eso. Cambiaron mi vida para siempre, la Fundación entera cambio mi vida. Nunca podría agradeceros bastante por esa experiencia. Gracias por toda mi familia boliviana. Es solamente un hasta luego, no un adiós, eso, ¡es seguro! Un montón de besos
A los nuevos voluntarios, que coged todo lo que los niños tienen que ofrecer, disfrutad un montón de esa experiencia, dadles todo su cariño porque necesitan. (Y a los le gustan mucho comer postres y cocinar…
Os quiero mucho, ya os echo de menos